El encargo inicial era claro: unir la vivienda habitual de los propietarios con la nueva vivienda anexa que acababan de adquirir, para satisfacer las necesidades de la familia.

Algunas de las estancias debían permanecer en su lugar original como la cocina y el estudio, por lo que el gran reto estaba en unificar las dos viviendas y cohesionar lo nuevo con lo original, creando un hogar elegante, pero a la vez funcional y práctico.

Utilizamos revestimientos de madera en paredes, todas las puertas las realizamos a medida de suelo a techo con marcos ocultos, diseñamos una pared de espejos color bronce en la entrada, papeles pintados y una cuidada selección de iluminación y mobiliario.

Destacamos el separador a medida que independiza el comedor con la sala de juegos, así como la chimenea a media entre los dos ventanales, que nos sirve también como apoyo para la TV.

La vivienda cuenta con 4 dormitorios y 5 baños. El baño principal, con 14m2 de superficie cuenta con la zona de ducha e inodoro independizada, una zona de tocador y un mueble con doble seno integrado. ¡Qué más se puede pedir!

Pero sin duda una de las zonas más atractivas de la reforma resultó ser el dormitorio principal y su enrome vestidor, que cuenta con una zona diferenciada para cada miembro de la pareja.